Ante el aumento de la población global y la inminente escasez de recursos, dejar de consumir carne y otros productos derivados de animales es más urgente que nunca. De acuerdo con un artículo publicado por The Huffington Post, funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas creen que cambiar nuestras pautas de consumo ayudaría a erradicar el hambre por completo.
Según el autor de la nota, hoy en día la mitad de los suelos del planeta está siendo utilizada para la ganadería, que es mucho menos eficiente para alimentar a las personas que la producción de granos, frutas y verduras para el consumo humano directo. Además de su ineficiencia, la producción ganadera es peor para el ambiente.
Si bien es cierto que el número de personas que padecen hambre en el mundo ha disminuido en las últimas décadas, el aumento esperado de la población de los actuales 7,3 billones a 8,5 billones en 2030 y el cambio climático que devastará la producción de alimentos en algunas naciones, representan grandes desafíos. Bajo estas circunstancias, acabar con el hambre requerirá de importantes decisiones tanto en el campo como en la mesa.
En pocas palabras, tenemos el poder de ayudar no sólo a los miles de millones de animales que son asesinados cada año para el consumo humano, sino también a 842 millones de personas que no tienen qué comer. La manera de hacerlo es cultivando alimentos para el consumo humano directo en vez de cultivar granos para alimentar a los animales de las granjas industriales.
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