Aquí te decimos por qué comer atún NO es una buena idea

Hace unos días, las autoridades colombianas señalaron nuevamente el riesgo que supone comer atún enlatado de la marca Van Camp’s: el nivel de mercurio encontrado en un lote de este producto sobrepasó los límites considerados seguros. De acuerdo con la normatividad del país, el límite máximo permitido de esta sustancia tóxica en el atún es de 1 mg/kg y el hallado recientemente fue de 1.558 mg/kg.

Ésta es la tercera vez en los últimos dos años que el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) alerta a los consumidores colombianos sobre este producto. En octubre de 2016 y agosto de 2017 esta institución encontró cantidades de mercurio en lotes de atún de la misma marca que excedían los límites permitidos. Si te estás preguntado cuál es el problema con el mercurio, te contamos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el mercurio es una de las 10 sustancias que representan un serio problema de salud pública ya que, incluso en pequeñas cantidades, puede tener efectos devastadores especialmente durante la gestación y los primeros años de vida. Cuando una mujer embarazada consume peces y otras especies acuáticas contaminadas con mercurio, esta sustancia puede afectar el sistema nervioso del bebé en formación y esto se traduce en problemas de aprendizaje, atención, memoria, lenguaje, visión y motricidad. En los adultos, los síntomas de envenenamiento por mercurio incluyen dificultad para hablar y moverse.


¿Y por qué hay mercurio en el atún? Las actividades humanas, como la minería, son una fuente importante del mercurio presente en el ambiente. Sintetizado por algunas bacterias, el mercurio, convertido en metilmercurio, llega al plancton y es así como ingresa a la “cadena alimenticia”. Por tratarse de un pez depredador, el atún termina acumulando el mercurio consumido por los peces chicos que han sido su presa. La cantidad de mercurio en los tejidos de cada atún dependerá de la edad del pez al momento de ser capturado. Por esta razón, una estrategia que usa la industria es mezclar la carne de los peces jóvenes con la de los viejos para que la concentración total de mercurio no sea mucho mayor. Si el tema del mercurio no te resulta lo suficientemente preocupante, entonces piensa, por favor, en los problemas ambientales asociados con la pesca y en la vulneración de los derechos de quienes trabajan en la industria del atún.

Comer atún es una mala idea no sólo porque podrías estar consumiendo mercurio y apoyando una industria que lastima a las personas y afecta el ambiente. Por si no lo sabías, diversos estudios han concluido que los peces también sienten dolor, exhiben diferencias en personalidad, tienen habilidades numéricas, se reconocen unos a otros con señales químicas y visuales, y tienen una vida social más compleja de lo que nos imaginábamos. Así es. Pero, al igual que las gallinas, las vacas, los cerdos y otros animales explotados como alimento, los peces son torturados y padecen una muerte horrible.

Entonces, la próxima vez que vayas al supermercado y quieras comprar una lata de atún, piénsalo dos veces. Deja a los peces fuera del plato y recuerda que es posible llevar una alimentación a base de plantas, nutritiva, saludable y sin crueldad.