¿Boicot en los Juegos Olímpicos por la carne de perro en Corea?

Si bien la mirada de muchos está puesta en los atletas que compiten en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, algunos han expresado su preocupación por la horrenda industria de la carne de perro en Corea del Sur.

Un artículo reciente publicado en el New York Post destaca la crueldad de las granjas caninas de dicho país. Joshua Rhett Miller escribió:

A pocos kilómetros del centro de los Juegos de Invierno de Pyeongchang, cientos de perros, incluidos san bernardos y labradores, esperan su destino en una de las granjas de carne de perro de Corea del Sur, donde permanecen en sórdidas jaulas hasta que son asesinados para [ser convertirlos en] comida.

Por supuesto, a muchas personas que viven de este lado del planeta les enferma la sola idea de comer carne de perro. Para ellas, los perros son miembros de la familia a quienes se abraza, se saca a pasear y se les da premios.

Y, por esto, se horrorizan por las imágenes de perros en jaulas tan pequeñas que no les permiten ni siquiera darse la vuelta. ¿Y qué hay de los millones de gallinas y cerdos que son cruelmente confinados de la misma manera? Las fotos de un perro asesinado sorprenden a las mismas personas que no se inmutan ante la muerte violenta de una gallina u otro animal explotado como alimento.


La verdad es que lo que les hacemos a las vacas, las gallinas, los cerdos y otros animales que terminan en nuestro plato no es diferente de lo que Corea del Sur les hace a los perros.

Mira.


De niño, un perro era mi mejor amigo. Así que entiendo que esto sea difícil de asimilar.

Muchas personas nunca han interactuado con otro tipo de animales. Pero, si se les diese la oportunidad verían que, al igual que sus animales de compañía, a los cerdos les encanta que les rasquen la panza, a las vacas que les den caricias en el mentón y a las gallinas que las abracen.

La línea que hemos dibujado entre las especies es injustificable. Nuestra indignación por la industria de la carne de perro en Corea del Sur expone una gran hipocresía que debemos enfrentar.


Por fortuna, nadie necesita comer productos de origen animal para sobrevivir. De hecho, todo lo contrario. Dejar de consumir productos derivados de la explotación animal trae enormes beneficios para nuestra salud y el ambiente. En este momento, millones de personas están adoptando una alimentación deliciosa y compasiva a base de plantas.

Entonces, si realmente amas a los perros y los ves como los seres únicos, sensibles e inteligentes que son, ya es hora de que abras los ojos y comiences a ver a los demás animales de la misma manera.

Amemos y respetemos a todos los animales y pongámosle fin a la crueldad. ¡Haz clic aquí para comenzar.