¿Dejar de comer animales realmente marca una diferencia?

¿Dejar de comer animales realmente marca una diferencia?

  • Sarah Von Alt
  • Sarah Von Alt
No hay duda de que a veces es difícil ver el impacto que nuestras decisiones tienen en los demás. Éste es el caso de las gallinas, las vacas, los cerdos y otros animales explotados como alimento, que están confinados generalmente en lugares remotos y fuera de nuestra vista.
Esta distancia hace que sea fácil olvidar la miseria que padecen los animales en las granjas industriales (por eso las investigaciones encubiertas que exponen el abuso son tan importantes).
De hecho, los animales de granja son, por mucho, los más maltratados en el planeta. Desde el momento en que nacen, están sometidos a crueldades que pocos de nosotros podemos imaginar, incluyendo el confinamiento extremo y las mutilaciones sin analgésicos.
Pero después de descubrir el terrible abuso que enfrentan miles de millones de animales cada año, muchas personas todavía se preguntan si adoptar una alimentación vegana realmente hará la diferencia.
Y la respuesta corta es sí. Las personas tienen mucho más poder del que se imaginan para cambiar las cosas. Cuando dejamos de comprar carne y otros productos de origen animal, la demanda disminuye y, a su vez, los dueños de las granjas reproducen menos animales.
Además, el creciente número de veganos, vegetarianos y personas que están reduciendo su consumo de carne ayuda a expandir la disponibilidad de opciones a base de plantas en las cadenas nacionales y esto facilita que otros sigan el ejemplo.
Pero eso es sólo el comienzo. Las personas veganas están cambiando el mundo de otras maneras:
Protegen el planeta
Los excrementos de animales y otras escorrentías de las granjas agropecuarias han contaminado casi un tercio de los ríos en los Estados Unidos. Al consumir alimentos veganos, retiramos nuestro apoyo a una industria que desperdicia y contamina nuestros preciosos recursos.
Y el cambio climático, el problema ambiental más importante de nuestro tiempo, amenaza nuestra propia existencia en el planeta. Al abandonar la carne y otros productos derivados de animales puedes reducir significativamente tu huella de carbono.
Ayudan a las especies en peligro de extinción
¿Qué tiene que ver la carne con la extinción? Más de lo que crees. Además de su impacto negativo en el clima global, la explotación industrial de animales contribuye significativamente a la pérdida de hábitat, amenazando la existencia de miles de especies. En Tanzania, por ejemplo, las vacas están agotando la capa superficial del suelo y destruyendo la vegetación natural a una velocidad alarmante. Esto plantea un serio problema para los animales nativos, incluyendo elefantes, cebras y rinocerontes.
Según el Centro para la Diversidad Biológica, reducir el consumo de carne es una de las mejores maneras de salvar a las especies en peligro de extinción.
Salvan también a los animales silvestres
Cada año millones de animales silvestres, incluyendo osos, coyotes y zorros, mueren porque son percibidos como una amenaza para las vacas y otros animales explotados como alimento. Sólo en los Estados Unidos, aproximadamente 2 millones de animales silvestres mueren cada año.
Y no son sólo animales terrestres. De acuerdo con la organización Conservación de ballenas y delfines, más de 300,000 ballenas, marsopas y delfines mueren cada año al ser atrapados en equipos y redes de pesca. La industria pesquera comercial también mata por accidente a innumerables especies de peces, tortugas y otros animales marinos.
Protegen la selva tropical
La crianza de animales para la alimentación requiere grandes extensiones de tierra. Un informe de 2010 de las Naciones Unidas indica que más de un tercio de la superficie cultivable de la tierra se utiliza para la explotación de animales para el consumo. Entre 1990 y 2005, la producción de carne de vaca fue responsable del 71% de la deforestación en Suramérica.
Según el Banco Mundial, las granjas ganaderas son culpables de casi el 91% de la destrucción de la selva amazónica. En Brasil, el segundo mayor productor de carne del mundo después de Estados Unidos, el 80% de los bosques ha sido destruido debido a la producción de carne. Los ganaderos han diezmado millones de acres en toda Suramérica tanto para el pastoreo como para la producción de soya, la mayoría de cual se usa para alimentar a los animales.
Se pronuncian a favor de los trabajadores
Si bien es cierto que los animales pagan el último precio con su vida, los trabajadores de las granjas industriales están expuestos a numerosos riesgos en estas instalaciones que a menudo les causan enfermedades respiratorias, trastorno de estrés postraumático e infección por bacterias resistentes a los antibióticos. Apenas el año pasado, un informe reveló que en promedio un empleado de Tyson al mes es herido por el equipo y pierde un dedo o una extremidad.
Además, muchos de los empleados de las granjas localizadas en los Estados Unidos no están autorizados para trabajar en el país. Por ello, no sólo temen ser deportados, sino que no pueden manifestarse en contra de sus condiciones de trabajo o las atrocidades que se ven obligados a cometer todos los días.
Las granjas industriales y los problemas que crean no tienen nada que ver con los valores que la mayoría de la gente tiene. Al adoptar una alimentación vegana estamos trabajando para crear un mundo menos violento y más compasivo y sostenible. Tus decisiones hacen la diferencia.
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