En
un reciente artículo de Los Angeles Times, el famoso filósofo Peter
Singer y la activista y escritora Karen Dawn explicaron por qué renunciar sólo a
la carne roja realmente aumenta el sufrimiento de los animales.
Muchas
personas dejan de consumir carne de animales grandes, como los cerdos y las
vacas, pero siguen comiendo carne de gallina y peces. Algunas hacen esto por
razones de salud pero, en general, es porque los seres humanos sienten una
conexión más fuerte con los mamíferos más grandes que son similares a sus animales
de compañía.
Reemplazar
a las vacas y los cerdos por aves y peces suele conducir al asesinato de más
animales porque las aves y los peces son más pequeños.
Las
vacas, los cerdos, los peces y las aves son seres sensibles capaces de sufrir y
sentir dolor, al igual que nuestros animales de compañía. De hecho, los
científicos han demostrado que los peces no sólo sienten dolor, sino que son
conscientes de ello. Los peces incluso sienten placer de manera similar a los
perros, los gatos y otros animales.
La
idea de que los peces son tontos no podría estar más lejos de la realidad. Los
peces son capaces de reconocer rostros y tienen habilidades
de comunicación desarrolladas. Lo mismo puede decirse de las gallinas. Son capaces de transmitir
el conocimiento de generación en generación y comprender que los objetos
ocultos existen. Esto está más allá de la capacidad de un niño de dos años de
edad.
Como
todos los animales en granjas industriales, las gallinas y los peces sufren terriblemente.
No hay leyes federales que protejan a los animales en las granjas. Es más, la Ley
de los métodos humanitarios de sacrificio de los Estados Unidos no cubre a las
aves. Esto significa que el 95% de los animales terrestres asesinados para
convertirse en alimento están excluidos.
Las
investigaciones encubiertas de Mercy For Animals han mostrado cómo las gallinas
son lanzadas violentamente, colgadas boca arriba y degolladas mientras aún están
conscientes. Los peces criados en granjas viven en condiciones de hacinamiento
y suciedad y a veces son desollados vivos.
Como
dijo el filósofo Jeremy Bentham: “La pregunta no es si pueden razonar o si
pueden hablar sino ¿pueden sufrir?” La respuesta a esta pregunta es
simple: todos los animales pueden sufrir.
Afortunadamente,
el consumo de productos derivados de la explotación animal está en declive ya
que millones de personas están adoptando una alimentación a base de plantas,
saludable y compasiva.
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