Las focas son asesinadas por las granjas industriales de salmón

La producción industrial de salmón está amenazando a las vulnerables poblaciones de focas en el Reino Unido. Muchos de estos animales están sufriendo de moquillo de la foca, una enfermedad mortal que ha reducido su población a 37,000 individuos. Pero esto no ha impedido que los criadores de peces asesinen a decenas de focas grises cada año.

En el Reino Unido, muchas de las granjas de salmón independientes emplean tiradores para matar a los focas que amenazan el suministro de peces.

En una entrevista con The Independent, Steve Bracken, gerente de apoyo empresarial de Marine Harvest Scotland, señaló:

En 2016, Marine Harvest Scotland le disparó a 21 focas. Si bien estamos decepcionados y lamentamos cualquier aumento en la cantidad, nos complace que ha habido una reducción sustancial en el número desde hace algunos años.

Aunque esta cifra ha disminuido en relación con las más de 100 focas asesinadas en años anteriores, se trata de sólo una de las numerosas granjas industriales de peces en el Reino Unido. Según Seal Protection Action Group, hay menos focas grises que elefantes africanos y más de 1,500 han sido asesinadas en el en el Reino Unido en los últimos seis años para proteger a los peces criados en las granjas.

Estas focas no son las únicas poblaciones marinas que la industria piscícola está destruyendo. Las granjas de salmón en Suecia, Noruega y Chile están diezmando las poblaciones de peces lábridos para ayudar a combatir los piojos del salmón. Debido a que se alimentan de parásitos, los peces lábridos son usados como “peces de limpieza” y son asesinados una vez que la infestación es controlada. Las capturas anuales de peces lábridos por equipos de pesca noruegos han aumentado a 22 millones en menos de una década y esta disminución en la población tendrá efectos imprevisibles en los ecosistemas marinos.

El impacto de la industria pesquera sobre las especies no comerciales es sólo una parte del problema. Los peces criados en las granjas industriales padecen una vida miserable, hacinados en piscinas. Un estudio de 2016 concluyó que debido a las condiciones estresantes, el salmón criado en granjas se deprime de tal modo que renuncia a la vida.

Y su miserable vida a menudo termina con una muerte horrible. Esta investigación realizada por Mercy For Animals muestra claramente el sufrimiento de muchos peces antes de morir.


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