“La
carne es pésima”, señala un artículo en el Washington Post. Rachel
Premack, la autora de la nota, aborda las razones
ambientales y de salud por las que los estadounidenses deben dejar de consumir carne.
Su argumento, con múltiples gráficas y muy convincente, destruye los mitos más
comunes y parece apoyar el impuesto a la
carne.
Premack
escribe:
Los científicos estiman que, para el 2050, únicamente las emisiones [provenientes] de la crianza industrial de animales representarán la cantidad de dióxido de carbono que el mundo puede utilizar para evitar el catastrófico calentamiento global. Éstas ya representan un tercio de las emisiones actuales. Y la mitad proviene de la ganadería.
La
autora también señala que se requieren “48 veces más litros de agua para producir
la misma cantidad de carne que de vegetales” y que podríamos en conjunto
ahorrar “hasta USD$730 mil millones en atención médica al reducir el consumo de
carne”.
El
debate sobre el cambio climático y el rol que juega la crianza industrial de
animales terminó. Ya sabemos que criar animales como alimento afecta nuestro
planeta y ya es hora de que los líderes mundiales tomen cartas en el asunto.
Mientras
tanto, tú puedes ayudar a proteger el planeta, tu salud y a los animales adoptando
una alimentación a base de plantas.
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