De acuerdo
con una nota publicada en Pantagraph, los residentes Hendricks, una ciudad al
oeste de Minnesota, han luchado por más de dos años para evitar que una granja
lechera se abra justo al otro lado de la frontera, en Dakota del Sur.
Los habitantes
temen que las lagunas de estiércol de la granja lechera contaminen los arroyos
que alimentan al lago Hendricks, un precioso cuerpo de agua que los residentes lograron
descontaminar luego de años de arduo trabajo. La condición del lago era tal que
los anzuelos no se hundían por la enorme cantidad de algas.
Ignorando
las súplicas de Hendricks, algunos funcionarios de Dakota del Sur concedieron un
permiso para abrir una instalación con capacidad para 4,000 vacas. Ésta es la
segunda vez que lo hacen. Después de la primera vez, los residentes presentaron
una demanda. Con las facturas legales aumentando, algunos tienen miedo de que
esto pueda ser el final de la lucha. No obstante, muchos otros están comprometidos
a continuar dando la batalla.
Según Tom
Landmark, secretario de una asociación local para la protección del lago:
“Si hay un derrame importante, es un problema de Dakota del Sur durante una hora y es un problema de Minnesota durante un largo período”.
El
nitrógeno contenido en el excremento de los animales alimenta las floraciones
de algas estacionales dañinas, las mareas rojas y las zonas muertas que
terminan afectando la supervivencia de los organismos acuáticos.
Ésta no es
la primera vez que los residentes de una ciudad pequeña actúan en contra de una
granja industrial. A principios de 2016, habitantes del condado de Cecil,
Maryland, protestaron contra la apertura de una granja de aves. Además de temer
por los problemas de salud, los riesgos ambientales y el posible daño al
suministro de agua, temían que sus propiedades perdieran valor. Tiene
sentido que estén preocupados.
Las granjas industriales producen muchos
desechos que a menudo llegan a las vías fluviales locales y pueden contaminar el suministro de agua de toda una comunidad afectando así su salud. De hecho,
los excrementos de animales y otras escorrentías de las granjas han contaminado
casi un tercio de los ríos en los Estados Unidos.
Como si el impacto
ambiental no fuera suficiente, los animales en las granjas industriales sufren terriblemente en condiciones insalubres y padecen un abuso extremo. ¿Quieres dejar
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