De acuerdo con USA Today, una foca monje en peligro de extinción murió después de quedar atrapada en la red de una granja pesquera en Hawai.
En una conferencia de prensa, los funcionarios de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) dijeron que la foca monje de 10 años se ahogó posiblemente debido a que los operadores de la granja Blue Ocean Mariculture abrieron un panel de la red para liberar a un tiburón que había quedado atrapado en su interior.
David Schofield, funcionario del Servicio Nacional de Pesca Marítima de NOAA, señaló:
No vimos ningún signo de trauma, heridas ni laceraciones o de que se haya enredado. Tampoco vimos señales evidentes de enfermedad. La foca, B18, tenía el estómago lleno de peces y se veía en buenas condiciones, de modo que no podemos más que concluir que el animal murió en la red de peces, probablemente por ahogamiento o asfixia.
Desgraciadamente, este devastador evento es común. Y, con los planes de expansión de NOAA, tragedias como ésta serán más frecuentes.
A principios de este año, CBS News informó que NOAA abrirá granjas de peces en aguas protegidas de Hawai. Lamentablemente, estas instalaciones no serán más que granjas industriales flotantes. Innumerables peces sufrirán toda su vida hacinados en piscinas llenas de excremento antes de padecer una muerte cruel.
Una investigación encubierta realizada en 2010 por Mercy For Animals en una instalación donde los peces son asesinados reveló la crueldad de la industria pesquera.
Mira.
Además de los miles de millones de peces que mueren cada año para ser comercializados, innumerables animales no deseados o “captura incidental” mueren en las redes de pesca. De hecho, The National Journal estima que alrededor del 20% de los peces capturados por las pesquerías comerciales son capturas incidentales.
Cada uno de nosotros puede ayudar a proteger a los animales adoptando una alimentación compasiva a base de plantas. No hay duda de que ésta es la decisión más poderosa que podemos tomar.
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